La cadena de almacenes más grande de Reino Unido, Sainsbury’s, utilizará los desperdicios que genera para convertirlos en electricidad. Enviará una vez por semana unas 42 toneladas de desperdicios orgánicos a la planta de biomasa de Motherwell los cuales provienen de las 28 sucursales escocesas y se calcula que con cada tonelada de deshechos se podrán generar suficiente energía para abastecer el consumo de 500 familias.
Este proyecto forma parte de un programa de la cadena llamado Zero Waste (Desperdicio Cero) cuyo objetivo final es que para fines de año Sainsbury’s ya no tenga nada que llevar a los basureros.
Un dato interesante es que en Reino Unido se producen unos 6,7 millones de toneladas de desechos alimenticios por año, de los cuales un 50% es comida intacta. Que esta comida se utiliza para generar energía mientras que el hambre urge en otros países del mundo no deja de ser un hecho polémico.
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